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31 Diciembre 2019

Sobre la Independencia Financiera

La independencia financiera se ha convertido en una especie de El Dorado de nuestros días. Proliferan como setas artículos, blogs y libros relatando las mismas cosas; unas pinceladas a cerca de lo que supone ser frugal y vivir con menos, y encumbrando a esa privilegiada estirpe que en la mitad de su treintena ha logrado reunir un patrimonio suficiente para vivir el resto de sus días sin trabajar, ya sea viajando por el mundo con la mochila acuestas y escribiendo entradas en el blog desde lugares remotos, o compartiendo en redes sociales fotos de deportivos amarillos y tatuajes, eso es ya cuestión de estilos.

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Sobre un tema tan trillado quisiera dar una visión más realista y hablar de algunos aspectos que a menudo se pasan por alto, pero que son esenciales para tomar consciencia de las posibilidades de cada uno y del camino a seguir

si de verdad se aspira a lograr la independencia financiera (en adelante IF). Veremos que es posible lograrla, pero para ello es necesario trascender esa imagen edulcorada y simplista que han construido todos esos blogs, responsables del presente auge del movimiento "FIRE" que lleva a muchos jóvenes a buscar, en un esfuerzo estéril, el Edén de la jubilación temprana mediante el pequeño ahorro mensual (lonchafinismo) y la inversión en bolsa, ya sea buscando el pelotazo o los dividendos.

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Para alcanzar la independencia financiera hay que jugar con 3 factores: sueldo elevado (fruto de educación y carrera profesional top), arbitraje, y tiempo.

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Esta es mi particular visión sobre la IF. Hablaré en detalle, con cifras y ejemplos, pero el resumen es este:

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  • la IF es casi una utopía. Solo con una carrera profesional top, cambio de lugar de residencia y renunciando a muchas cosas, es factible lograrla

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  • el anhelo de la IF es fruto del hastío y falta de perspectivas profesionales. Toda la gente que conozco que la tiene al alcance opta por seguir trabajando.

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  • Hay otras vías para lograr una mayor satisfacción. Solo hay que tener el coraje de explorarlas.

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La IF siempre ha estado ahí

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El sueño de la independencia financiera parece algo inherente a la generación millenial, tan rupturista en su manera de mirar la vida. "Ahora se busca la inmediatez", "Ya no se valora una vida dedicada al trabajo", dirán algunos. Lo cierto es que ese sueño de hacer fortuna y escapar de una vida mediocre siempre ha estado presente en la mente humana. Desde las fábulas más antiguas que conocemos, un tema recurrente ha sido el del viajero, navegante, caballero, aventurero en busca de fortuna. También la literatura moderna y el cine nos han entretenido con historias donde el final made in Hollywood consiste en alcanzar un nivel de patrimonio suficiente para retirarse, ya sea casándose con el príncipe o millonario, huyendo con el dinero a Alaska o mediante una jugada maestra.

 

La independencia financiera no es sino la adaptación de ese deseo ancestral a la realidad Millenial. El sueño no consiste ya en pegar un pelotazo y vivir en una mansión playboy rodeado de deportivos, hombres mujeres  y viceversa, sino en algo más mundano; llevando una discreta vida de clase media o media-alta, sin excesos.

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Es lógico que una generación que ha visto truncadas las expectativas de futuro que le fueron inculcadas en la infancia ya no aspire a alcanzar la realización a través del trabajo, pues sabe que no llegará (por supuesto hablo en términos de la mayoría). Ya no es posible vivir mejor que el padre, tener una casa más grande y un sueldo más elevado. Hoy la economía necesita menos factor trabajo, y además hay un exceso de oferta. Si alguna vez faltasen ingenieros, médicos, o cualquier profesión, bastaría con dar una oportunidad a los cientos de miles de indios, chinos, y gentes formadas en otros países emergentes, que están deseando una vida mejor en occidente donde disfrutar de ciudades limpias, transporte público que funcione, seguridad en las calles, etc.

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En conclusión, para mí la independencia financiera no es sino el viejo sueño de hacerse rico, adaptado a la realidad surgida con la crisis financiera.
 

Vivir con poco. ¿Cuánto es poco?

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Ésta es la pregunta clave. ¿Qué patrimonio necesitas para vivir el resto de tu vida? Una vez lo sepas, podrás pensar si es viable alcanzarlo.

 

No es una cuestión nada simple, y cuando la planteé hace tiempo en una encuesta hubo bastante disparidad de resultados:

Resulta llamativo que las respuestas estén tan polarizadas y se  vayan a los extremos. Una persona con un sueldo de 25,000€ ganará 1 millón a lo largo de 40 años de vida laboral. Una persona con un sueldo medio de 50,000€ durante 40 años, 2 millones. Sorprende que muchas respuestas rechazacen recibir hoy de golpe cantidades de ese órden de magnitud. La conclusión es que muchos de los que han respondido tienen aspiraciones muy altas en la vida, y que otros no se han pensado seriamente la respuesta. De hecho, cuando surge esta pregunta en círculos de conocidos que no ganan necesariamente cifras muy elevadas, escucho a menudo respuestas de 5 millones o incluso 10, cantidades que no ganarían en 2 ni 3 vidas.

 

En España el sueldo mediano son unos 22,000€, es decir, la mitad de los asalariados gana esa cifra o menos.

 

En mi opinión, sería factible retirarse con solamente con 1 millón de euros en una ciudad pequeña, viviendo con 25,000€ al año. Sin lujos, por supuesto, pero como viven más de la mitad de los españoles. Si tus aspiraciones son más altas, y quieres vivir en un ático en la Diagonal, colegio privado para los niños y veraneo en Bali, lógicamente necesitarás mucho más.

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Apuntemos un poco más alto. Supongamos que quieres 30,000€ netos al año, que equivalen a un sueldo bruto de 40,000€ y corresponden al percentil 90 en España, según datos del INE. Es decir, el 90% de los asalariados gana menos de esa cantidad. Me parece un nivel más que razonable, incluso para vivir en Madrid o Barcelona. Sobre todo para vivir sin trabajar. Como provendrían de rendimientos del capital, tributarían al 21%, de modo que serían necesarios unos ingresos brutos de 38,000€ para recibir 30,000€ limpios.

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¿Qué patrimonio se necesitaría para obtener ese rendimiento? Siendo conservadores, y esperando en torno a un 3% de rendimiento, harían falta 1.2 millones de euros. El cómo invertirlos sería otra cuestión; inmobiliario, acciones que paguen dividendo, renta fija... Pero un 3% parece realista. Si estimas que puedes obtener algo más, un 4 o 5%, entonces necesitarías menos patrimonio. Y si te conformarías con un nivel de ingresos algo menor, podrías empezar a plantearse la IF con cantidades inferiores al millón de euros.

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No hay una cifra única, cada uno tendrá la suya dependiendo del estilo de vida que desee llevar, pero en esos niveles que hemos visto estaría la frontera. Una vez tenemos una idea aproximada, veamos qué hace falta para lograrla:

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Stairway to Heaven en 3  pasos

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1. Educación & Trabajo: La regla de las 10,000 horas

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Todos los ejemplos de independencia financiera que nos muestran esos artículos y libros son de gente muy preparada y que tenía salarios muy elevados.

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Pueden parecer ejemplos inalcanzables, pero con la formación adecuada y mucho esfuerzo, se puede llegar a tener trabajos muy bien remunerados. Habrá que renunciar a muchas cosas, tiempo libre, experiencias, una vida cerca de la familia o el propio país.

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Opino que uno puede lograr todo lo que se proponga (salvo limitaciones insalvables, como el querer ser deportista de élite o galán de cine sin el físico adecuado). Depende únicamente del tiempo y esfuerzo que se esté dispuesto a invertir, y las cosas a las que se debe renunciar para ello.

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Un libro que aprovecho para recomendar es Outliers (Malcom Gladwell, 2008). En él se habla de las claves del éxito de distintas personas, desde Bill Gates a los Beatles, y es lectura interesante aunque tenga ciertas carencias (por ejemplo  olvida mencionar que la madre de Bill Gates ocupaba un alto cargo en IBM). Una idea que repite mucho es la "teoría de las 10,000 horas", obra de otro autor (Anders Ericsson). Viene a decir que cualquier persona puede alcanzar la perfección en algo dedicándole el tiempo suficiente. Tomemos diez mil horas como un número aproximado más que una cifra exacta. Si uno llega a dedicar 10,000 horas a tocar el piano, es seguro que alcanzará un nivel muy alto, no a ser el mejor pianista del mundo como Daniel Baremboim, pero sí suficiente para ser solista en una orquesta.

 

10,000 horas vienen a ser unos 6 años de vida laboral con jornada de 8 horas.​ Piensa si hay algo a los que hayas dedicado tanto tiempo en tu vida, o si conoces a alguien que lo haya hecho, antes de desacreditar a los que han logrado algo diciendo que es cuestión de suerte, talento innato, o de contactos.

 

A lo que pretendo llegar con esto es a que si tu máxima en la vida es llegar a tener mucho dinero, por encima de cualquier cosa, puedes conseguirlo, si empiezas pronto.

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Un amigo, del que solo diré que es de un país humilde, sabía que quería ser rico en la vida. Valoro su franqueza para hablar de ello sin tabúes ni eufemismos, como hace el 99% de la gente. Sabía que quería ser banquero de inversión en Nueva York, y que el camino pasaba por graduarse en Estados Unidos. Sacrificó muchas cosas para perseguirlo, fue un proyecto vital de muchos años. Hoy en día trabaja más de 100 horas a la semana de media, no tiene pareja ni tendría tiempo para una, pero debe ganar unos $400,000 al año más bonus.

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El tiempo es un activo, puedes gastarlo, o invertirlo: renunciar a ciertas cosas en el presente y retrasar la gratificación es la única forma de tener más en el futuro.

 

Si estudiaste una carrera en vez de ponerte a trabajar con 18 años, fue porque aspirabas a tener un trabajo mejor o más gratificante. Esto es lo mismo, a otra escala. No pretendo insinuar que éste sea un ideal de vida (y no ha sido el camino que yo he seguido). Pero si aspiras a la IF, debes plantearte estas cuestiones cuanto antes.

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Cuanta más edad tengas, si ya no estás en un determinado nivel salarial, puedes ir olvidándote de la IF a edad temprana.​ Podrás optar a ella más tarde quizás, pero hay caminos que solo se pueden tomar en un momento concreto.  Si todavía eres joven, mira qué profesiones son las mejor pagadas, el nivel de sueldo que ofrecen, cuáles encajan mejor con tu perfil e intereses, y dónde debes estudiar para entrar en ese sector.

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2. Arbitraje​

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Además de tener un sueldo elevado, la condición sine qua non para la IF es el arbitraje. Por supuesto, se puede fundar una startup y venderla, pegar un pelotazo de algún tipo, ser un escritor fabuloso, o idear un sistema de trading que no funcione y venderlo en las redes sociales... Asumamos que no eres esa persona.

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Llamo arbitraje a trabajar en un sitio donde donde el sueldo y la capacidad de ahorro sean superiores a los del lugar donde aspires a retirarte. Es lo mismo que hacían los indianos que partían a hacer las américas, los españoles que iban a trabajar a Alemania en los 60, y los que todavía hoy siguen saliendo. La diferencia salarial no es tanta, pero sigue siendo notable.

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10 años trabajados en Alemania equivalen a 20 en España

 

En Alemania el sueldo mediano es casi el doble que en España. La vida allí no es necesariamente el doble de cara, como suelen decir los agoreros del "como en España no se vive en ningún sitio". Pero aunque lo fuera, tu capacidad de ahorro se mantiene en proporción. Y quien dice Alemania dice cualquier otro país. El mundo está lleno de oportunidades, España no es más que una parte pequeña de él.

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No obstante también es posible el arbitraje laboral sin salir de España. Quien sea de un pueblo o ciudad pequeña sabrá que el coste de la vida disminuye drásticamente fuera de Madrid y Barcelona (donde desgraciadamente se concentran todas las oportunidades laborales). De modo que si tu plan de IF consiste en retirarte en tu bucólica aldea, también puedes quedarte en territorio nacional, aunque te llevará más años.​

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Lo que en ningún caso es posible es aspirar a la IF llevando una vida como la que se quiere llevar a posteriori. El sistema está diseñado para que la mayoría de la gente viva bien, sin sublevarse, recibiendo un sueldo acorde a lo que produce. El nivel de sueldo es el resultado de un tira y afloja entre oferta y demanda, en unas épocas subirá más, en otras se estancará, pero en ningún caso el sueldo permitirá que esa persona pueda trabajar unos pocos años y retirarse. Y no porque haya una malvada élite que lo impida, sino por la mano invisible de la oferta y la demanda. Imaginemos que tenemos una empresa y estamos desesperados por encontrar un contable en un pueblo pequeño; empezamos ofreciendo 1 millón de euros de sueldo. Habría tantos candidatos que podríamos ir rebajando la cifra, hasta llegar al equilibrio de mercado (en otros casos este equilibrio se produciría en un nivel demasiado bajo y es por eso que existe el salario mínimo, aunque no entraremos en ese debate aquí...).

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El nivel de sueldo está pensado para que puedas ahorrar a lo largo de toda una vida y llegar a la edad de jubilación con un cierto patrimonio. Punto.

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Alcanzar la IF es saltarse las reglas del juego, romper el sistema, escapar de la carrera de ratas

 

Y para hacerlo es necesario dejar de ser una de ellas. Un banquero de Wall Street que gana mucho, como mi amigo, no puede alcanzar la IF en Nueva York, porque pese a tener ese sueldo tan alto, debe afrontar unos gastos mensuales astronómicos. Él es también una rata. Gorda, pero rata al fin y al cabo.

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En resumen: es imposible alcanzar la IF trabajando por cuenta ajena sin cambiar ninguno de tus parámetros.

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3. Tiempo (=dinero)

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El tiempo es el factor que juega a tu favor (y en tu contra). Cuantos más años trabajes, más podrás ahorrar, invertir, y acercarte a la IF. Quizás no con 35 años, pero si con 45 o 50, que no está mal (El interés compuesto es la fuerza  más poderosa del universo, por eso lo pongo en el exponente de la fórmula).

 

Cómo gestiones tu ahorro y cómo lo inviertas juega un papel decisivo. Comprarte un coche nuevo, tener gastos superfluos, va en detrimento del objetivo final. Ésta es la parte sobre la que más se centran los blogs y artículos, y qué duda cabe de que optimizar gastos mensuales y renunciar a determinadas cosas tiene un impacto notable en la economía personal; pero de cara al objetivo de la IF, en ausencia de un sueldo top y lo expuesto anteriormente, de poco sirve ser frugal.​

 

Hablar de dinero es un tabú. La gente que lo tiene os dirá que no le preocupa, que jamás piensa en él, pero miente; están obsesionados, piensan en él constantemente. Hablemos de dinero:

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Llegar a ahorrar un millón de euros en España en la treintena es imposible. Escogiendo las profesiones con salarios más altos, que pueden estar en los 40,000€ recién licenciado y suponiendo una carrera meteórica, se puede estar ganando 150,000€ a los 35 años. Una barbaridad, pero posiblemente insuficiente para haber ahorrado 1 millón de euros, incluso habiendo invertido bien.

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Trabajar en Estados Unidos u otros países es otra historia. Un sueldo top recién licenciado puede estar en $80,000, y haciendo carrera consultoría, banca o tech, se superan los $200,000 en la treintena (y en Dubai libres de impuestos!). En estos niveles empieza a ser planteable, pero aún así no tengo claro que sagan los números. Sobre todo si construyes una vida acorde a ese nivel de ingresos. Y no hablo ya lujos y frivolidades, sino de cosas como la posibilidad de dar a los hijos una educación de primer nivel, de construir un patrimonio que les facilite la vida en un futuro, etc.

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Por no hablar de otro factor, el aspiracional. Si llegas a esos niveles de salario es que eres muy bueno, y tal vez ya no te interese retirarte si el trabajo te estimula. Es muy posible que si estás viviendo en un apartamento de cristal en la planta 57 ya no resulte tan atractiva la idea de retirarse en un pueblo de secano en plena meseta castellana a ver pasar las horas.

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Llegamos a Itaca

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Y tras una larga travesía, por fin alcanzamos nuestro destino. Pero surge la pregunta: ¿Qué hacemos una vez alcanzada la ansiada IF?

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De todas las personas que conozco que tienen a mano la IF, todas optan por seguir trabajando. Me parece revelador

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Todos los trabajos tiene una parte desagradable, y sin duda resulta atractiva la idea de no tener que soportar más el hastío de una rutina que no llena. Sin embargo, pensar en llenar 30 o 40 años de vida no es trivial. Aficiones, viajar, volver a estudiar, voluntariado... puede que diese para unos años, pero ¿serías capaz de aguantar así toda una vida? Es algo a valorar detenidamente.

 

Como decía antes, veo lógico que el boom de la IF haya surgido en estos años en los que hay toda una generación frustrada profesionalmente, mal pagada, en puestos poco estimulantes y con nulas perspectivas de carrera (España en particular).

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Para quien esté en esa situación y la IF se dibuje como una meta, acaso obsesión, invito a pensar si no habría otra forma de alcanzar una mayor sensación de plenitud. Un cambio de trabajo, de residencia, armarse de valor e irse fuera, buscar más allá de la seguridad de una nómina... Hay mucha gente descontenta que por conservadurismo es incapaz de cambiar nada. (No es fácil, soy consciente).

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Lo que de verdad importa

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Hasta ahora hemos hablado del camino ideal hacia la IF. Pero siendo realistas, solo unos pocos la lograrán. Muchos se quedarán por el camino. No todos conseguirán entrar en esa universidad o escuela de negocios, pasarán las entrevistas de trabajo, o tendrán el tesón de aguantar todos esos años de jornadas laborables interminables; las prioridades cambian, la ambición se atempera con los años al descubrir el amor y otras experiencias. C´est la vie.

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La IF debería ser un medio, no un fin en si misma

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Por tanto si has leído hasta aquí y no perteneces a esa minoría que aún puede optar a la IF, no es el fin del mundo. Si tienes una vida plena, disfrutas relativamente con tu trabajo, tienes tiempo para la familia o las personas que te importan... entonces eres más afortunado que quien tenga la IF. No la necesitas.

 

Si por el contrario anhelas otra realidad, otro tipo de vida, y tienes claro para qué usarías tu IF, tal vez haya maneras de alcanzar algunos de esos objetivos. Nunca es tarde. Hemos visto que incluso para los empleos mejor pagados, lograr la IF no es sencillo. Puede que no tengas una trayectoria top y no seas tan jóven, pero puedes explorar otras vías.

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Una puede ser la IF parcial. Una vez alcanzado cierto nivel de patrimonio, puede que no de para vivir con ingresos pasivos, pero si para complementarlos con algo: un empleo peor pagado pero más satisfactorio, a tiempo parcial, un negocio propio...

 

También un año sabático, algo muy usual en otros países pero inédito en España, puede servir para respirar aires nuevos y renovar perspectivas. Aunque no estés ni cerca de la IF, seguro que puedes permitirte pasar un año fuera del mercado laboral en algún momento.

 

Estos ejemplos, menos publicitados, quizás sean un equilibrio más armónico a nivel personal y, sobre todo, realizable. Personalmente conozco varios casos de gente en esta situación: dentista que cierra la clínica para abrir escuela de buceo, otra persona con patrimonio ahorrado que sigue su pasión y abre taller de diseño de mobiliario, expatriado que tras varios años en el extranjero y con piso ya pagado y que da una renta básica, se toma dos años para viajar... etc.

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Creo que algunos confunden la IF con la libertad para cumplir algunos sueños, y realmente no se necesita un patrimonio de varios millones, sino mirar a la vida  con otros ojos.

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Conclusión

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Esta es mi visión sobre la IF. A los más soñadores les habrá puesto los pies sobre la tierra, y quizás para otros haya arrojado algo de luz sobre el camino a seguir. O a lo mejor no ha aportado nada.

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Mi consejo personal es que no os obsesionéis. El dinero es muy importante, y obviar esto es una mojigatería propia de nuestra herencia de país católico. Sin embargo el dinero no lo es todo. La vida pasa muy rápido y no es agradable echar la vista atrás, a los 40 ó 50, y ver las cosas que uno se ha perdido persiguiendo una quimera.

 

Encontrar ese balance no es fácil, cada uno tiene su propio punto de equilibrio, y solo algunos lo encuentran a tiempo. Como dice Kavafis en su poema Ítaca, lo importante es el viaje, no la llegada.

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¡Feliz 2020, próspera década, y que tengáis un buen viaje a vuestra Itaca particular!

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Itaca (Konstantino Kavafis)

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Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

 

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

 

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

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Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

 

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

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